miércoles, 8 de julio de 2015

NO AL SILENCIO



No al silencio
Sebastiana Barráez

El periodismo es libre o sino es una mentira o un recurso usado por el poder para subyugar, para que engañemos a las masas, para que usemos la palabra para someter a nuestros lectores. Entonces, ¿qué es un periodista? Es aquel cuyo oficio es decir la verdad verdadera. O como dijo Gabriel García Márquez es el “mejor oficio del mundo”.

Cuando hice un curso de Corresponsales de Guerra con los cascos azules de ONU en Buenos Aires, uno de los conferencistas fue Ryszard Kapuścińsk, un reconocidísimo  periodista bieloruso, quien dijo en “Los cínicos no sirven para este oficio”, que  “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento, en parte de su destino. Es una cualidad que en psicología se denomina «empatía». Mediante la empatía, se puede comprender el carácter del propio interlocutor y compartir de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás”

En esa oportunidad nos contó Kapuścińsk las terribles historias que deja la guerra en los corresponsales que cubren esos hechos bélicos. Él revelaba cómo muchos de ellos jamás volvían a dormir tranquilos, ni a ser los mismos. Morían en vida, luego de ver tanto dolor y tanta miseria en quienes se alimentan de la guerra. La mayoría de los periodistas, de diversas partes del mundo, que estábamos allí, estábamos seguros que era muy remoto que algo tan terrible pasara en nuestros países, pero oh error, el narcotráfico y la corrupción que se han instalado en países como Venezuela, han marcado a la sociedad con la muerte y el dolor. En la guerra se identifica claramente a los grupos en conflicto. En las sociedades nuestras, no. Ese es un reto para el periodismo.

En un trabajo hermoso del Diario La Mañana de este estado, suscrito por Wilene Sayago, intitulado “Los periodistas no somos enemigos”, el staff de ese medio fija posición a través de pequeños carteles manuscritos como homenaje al Día del Periodista. Entre ellas una frase de la excelente periodista Marlyn Silva, llamó mi atención. Ella escribió: “Soy periodista porque creo en el poder de las palabras”. Y sin duda que me sentí reflejada allí porque yo soy periodista por eso que dijo Marlyn, porque creo en el poder de la palabra.

¿Puede entonces un periodista argumentar que los bajos salarios, la ausencia de comodidades o simplemente el temor ante el poder es la excusa para convertirnos en la celestina de los gobernantes o para callar lo que tenemos la obligación de decir? No, no, yo no acepto ese destino. Nunca lo acepté cuando en el pasado los poderosos partidos políticos de entonces intentaban lo mismo que hoy, desde sectores del gobierno de turno, han logrado con mayor éxito: censurarnos, limitarnos, imponernos el silencio. No les extrañe esa intención, es así a lo largo de la historia, porque el periodismo es antipoder; aunque nos resistamos con todas las fuerzas, siempre terminamos en la acera del frente. No importa cuánto nos esforcemos en tratar de no tocar la fina dermis del poder. Siempre, siempre, siempre lo hacemos, a veces de manera descarnada, otras como un rayo lacerante que quema hasta las fibras más sensibles o incluso con la suavidad de una caricia.

¡Ah! el rol del periodista es más exigente que el de cualquier otro oficio, aunque algunos crean que es mejor llamarla “profesión”. Los periodistas tenemos que salir a decir lo que el resto de la sociedad no se atreve a decir, lo que el poder trata de ocultar. Se nos ha investido de una especie de aura de esas que cubren a los héroes o heroínas del cine y la televisión, pero estamos en desventaja, porque no tenemos la capa de Superman que nos permita volar sobre la ciudad, y somos vulnerables a algo más que la criptonita, tampoco tenemos el fino oído de la Mujer Biónica o sus piernas para correr a mayor velocidad que un auto, tampoco contamos con la magia de Harry Potter o los rayos de la vista del Barbilla Roja de los Padrinos Mágicos. Solo somos un hombre o una mujer.

¿Quiénes de los que están en este salón tienen hijos? ¿Aman ustedes a sus hijos? Perdón, pero no creo que todos amemos por igual a nuestros hijos como ellos se merecen. ¿Y ustedes? ¿Aman a los suyos? ¡Vamos! Díganlo desde las entrañas del amor que dicen sentir. ¿Aman a sus hijos?
¿Entonces, ustedes creen que han hecho lo suficiente para que sus hijos vivan en una tierra prometida? Llévenlo para sus casas como una reflexión.

Quiero confesarles que soy reportera en esencia. Siendo Jefe de Información del Semanario Quinto Día me encantó formar jóvenes pasantes y nobeles periodistas, pero el trabajo de oficina me asfixiaba y sé que el director Carlos Croes, lo sabía. Cuando logré liberarme de ese compromiso volví a ser  la reportera de siempre, la que viaja por todo el país, la que no tiene horario, la que responde todas las llamadas telefónicas, los mensajes de texto o los correos electrónicos, aunque sea un trabajo titánico. Pero sobre todo, la que escucha a la gente, la que palpa a este país desde sus niveles más bajos, la que ama las montañas azules del Táchira y la que siente un profundo desprecio por el corrupto que atropella y aplasta al pueblo, porque se burla de la inocencia de esos seres que están ansiosos por creer en alguien.

Siendo casi una niña mi hermano Justo, que es más abogado que periodista, me llevó al entonces barrio más pobre de mi pueblo natal, al barrio Nicaragua; ahí me acerqué a esos niveles de pobreza, a esos lugares donde la muerte es una cultura, donde el hambre es la más solidaria de las compañías, donde el embarazo no es una feliz planificación sino casi siempre un accidente, es ahí donde vi por primera vez a algunos de esos dramas que rodean a la marginalidad. Defendimos a aquellas 36 familias para que cambiaran los ranchos de lata por casas de concreto y no descansamos hasta que lo logramos. Hoy el tiempo es otro, aprendí a interpretar la pobreza desde la cultura, aprendí que lo acertado no era “pobrecito el pobre”. Supe que el poder somete, conquista y principalmente te anula, te quita la potestad de pensar con libertad, porque nada beneficia tanto al poderoso como la ignorancia del subyugado. Si ustedes quieren ser chavistas u opositores, lo respeto tanto como si quieren ser católicos o evangélicos, lo que como periodista no tolero es que se pretenda conducir al pueblo como un borrego, con el mismo vicio de siempre.

¿Se atreverían a desconocer que el chavismo y la oposición tienen idénticas maneras de conducir el rebaño? O no es cierto que llevan a la gente a votar sin libertad, sin el derecho a que el elector escoja a su antojo. No sé en qué momento el poder dejó de cortejar, como lo hace un hombre ante la hembra que le atrae, y en su lugar descubrió que era más fácil comprarla. Ahora hay mecanismos más perversos que aquellos de darles sacos de cemento y láminas de zinc. Perdónenme ustedes, pero me asquea que los gobernantes quieran eternizarse en el poder, que vayan eliminando a quienes pudieran sustituirlos, que se crean con el derecho de imponer a quien lo sustituya en el cargo como si fuera una monarquía que se hereda por la sangre azul y con el más absoluto irrespeto por el pueblo que se hace llamar soberano. 

Fue lo que sucedió en la presidencia de la República cuando el fallecido Hugo Chávez dejó a Nicolás Maduro para que sus seguidores lo eligieran Presidente sin saber cuál era su propuesta de Gobierno, apostándose al luto que iba a invadir a sus seguidores cuando él hubiese muerto. Pero también pasa en Falcón donde el entonces Gobernador se dispuso a allanarle el camino a su esposa para que ocupara la Gobernación y si ustedes lo permiten, como está sucediendo ahora, verán en el poder a diferentes generaciones de esa familia, incluyendo a sus nietos. Se ha hecho una odiosa praxis concebir el poder como una herencia. En eso también se parecen chavistas y opositores. He ahí que lo hizo Daniel Ceballos con su esposa Patricia en la alcaldía de San Cristóbal. O Scarano en la de Valencia.

Yo admiro a Simón Bolívar, ese manoseado Libertador, ese maltratado héroe de la patria, ese que sentenció, con finísimo acierto que “Los EEUU parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”. Ah, es que era un visionario ese Simón, como lo es cuando nos dejó en el Discurso de Angostura, el 15 de febrero de 1819: Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía”. Sí, sin duda era un visionario nuestro Simón Bolívar.

Y a propósito de ellos les cuento que si algo impactó a Latinoamérica y a gran parte del mundo fue, aquel primero de enero de 1959, con la llegada al poder de los barbudos, como se conoció a Fidel Castro y a su grupo; ellos dieron un mensaje esperanzador a los grandes movimientos sociales, casi todos representados en una izquierda soñadora que le apostaba a la quimera. Fidel fue el inspirador de los grandes llamados revolucionarios de la historia, quizás tanto como Lenin o Marx. Pero ese hombre lleva 56 años en el poder. No sólo tiene el pecado de haber sometido a un pueblo noble a cambio de seguridad e igualdad; ¿pero qué nobleza hay en ello si les robó la libertad? Fidel no sólo llegó al poder para vivir de él hasta el último minuto en que tenga vida, sino que se aseguró de ello y por eso su hermano Raúl entró a la danza del poder cubano. Pregúntense si durante casi seis décadas Cuba no ha producido líderes capaces de conducir a ese país, de hacerlo prospero, grande y a su gente feliz. Claro que sí, como todas las sociedades, sólo que Fidel no le iba a permitir a ningún líder que le hiciera sombra o amenazara su estadía en la cumbre. Y aquel hombre hermoso, que fue capaz de inspirar los más nobles sentimientos de entusiastas jóvenes, que con él se regó la idea por el mundo de que era posible que los revolucionarios llegaran al poder, hoy es sólo un dictador más.  Entonces, tenía razón Bolívar.

Hay comunicadores que me critican con ferocidad porque no tomo partido por algunos de los polos en los que se ha dividido el país. Y no lo voy a hacer, a menos que deje de ser periodista. Y mi pasión es el periodismo; no sé hacer otra cosa. Amo tanto el periodismo que le he dedicado tanto a esta tierra caliente, a veces agreste, cuando lo que me enamora son las montañas, la lluvia y las mañanas con neblina. Pero estoy aquí porque el poder se enseñoreó contra la gente, contra los periodistas, contra el Estado.
Algunos me han preguntado qué hago aquí. Bueno, me atreví a husmear en el poder y me aterró la hegemonía que ha invadido, como un cáncer, todas las instancias que ocupa el más de millón de habitantes, en estos 24 mil 800 kilómetros que constituyen el estado Falcón. Me sorprende cómo se controlan todos los poderes. El legislativo y el judicial son los más golpeados. ¿Por qué creen que la gobernadora Stella de Montilla no ha entregado las cuentas del año 2014, en sesión, como obliga la Ley, ante el Consejo Legislativo, aun cuando la Constitución Bolivariana en su artículo 161 lo contempla como una obligación, así como la Ley contra la Corrupción en sus artículos 9 y 20 o la Ley Orgánica de los Consejos Legislativos de los Estados en su artículo 15 numeral 9? La respuesta es sencilla, cree que el estado es ella, que no tiene por qué cumplir la Ley. Tampoco lo hizo el año pasado. Y los diputados, sean los del chavismo u oposición, igual que ella, no cumplen la Ley, no le imponen la obligación de respetar ese poder legislativo y ellos no se hacen respetar. Es así como los ciudadanos, igual que los diputados, no saben en qué se invirtieron los recursos asignados a diversas obras. Lo más grave es que el CLEF les sigue aprobando dinero a ciegas a la Gobernación, a ese poder que no entrega cuentas, pero que además se permite elaborar decretos para crear y eliminar empresas de un plumazo sin explicación alguna, como sucedió con Odefalca, Rico Jugo Falconiano, Rica Arepa Falconiana, etc.

Este es el único estado del país donde los diputados del Gobierno y de la oposición se ponen de acuerdo para hacer silencio ante gravísimos hechos. El gobierno regional aplica como táctica el silencio, como si el Estado fuera un vecino cualquiera, que no se permite dar explicaciones ante los requerimientos de la sociedad civil. La táctica más efectiva ha sido usar al poder judicial para silenciar a quien ose pedir explicaciones, hacer señalamientos o dudar de la probidad de algún funcionario. ¿Pruebas? Vamos a los hechos. ¿Dónde está la mayoría de los dirigentes del chavismo o la oposición que se han atrevido a criticar a la familia que gobierna? Presos, huyendo o en sus casas luego de horas de persecución judicial. Una de las armas usadas para ello era el fiscal anticorrupción de Falcón, quien tenía los más emblemáticos casos en este estado; ahora envuelto en el hecho atroz del ajusticiamiento de un cicpc. Ese fiscal creyó estar por encima de la ley, eso explica la operación de la entrega controlada que pretendió hacer sin autorización de ningún juez, protegido por otra arma usada contra quienes osen tocar el poder regional: Polifalcón.

También podemos encontrar una explicación en que el ex presidente del Consejo Legislativo se negara en enero a entregar, y aun no entrega, la camioneta que corresponde a la presidencia del CLEF, porque se la auto adjudicó a través de un documento a quien él le pone sus firma dos veces.

Nunca, como ahora en Falcón, mi teléfono había sido vulnerado, mis conversaciones escuchadas, he sido seguida y perseguida, mi familia ha sido amenazada y atropellada; he sido insultada por un ejército de fantasmas anónimos, que me han llamado prostituta, drogadicta, me han endosado el financiamiento de gente que ni siquiera conozco, han amenazado a dirigentes regionales para que no se me acerquen, han culpado a unas mujeres del Consejo Legislativo de ser mis informantes, de tener grabaciones y correos electrónicos que no existen, porque nunca se han dado; se han utilizado grupos para que me respondan solo con ofensas, pero ni una sola respuesta da cuenta de por qué  hay casi 100 obras inconclusas que son elefantes blanco en Falcón a los cuales se les ha asignado mucho dinero. Un ejemplo bochornoso de ese caso es el matadero industrial de Colina, de quien el diputado Joel Donquiz dijo que en unos meses estaría listo. Les aseguró que mintió.

Sobre Falcón ha caído como un manto la impunidad y el silencio. Las pocas voces que se atreven a decir alguna verdad,  son atacadas para que guarden silencio. No hubo un frente de ciudadanos que defendiera con contundencia al diario La Mañana, el periódico tradicionalmente más importante de la región, cuando le impusieron una multa con la intención de quebrar a ese medio a quien señalan de opositor. Tampoco lo hay con el diario El Médano que ha debido cerrar por la crisis del papel y los insumos.
Lo de los medios, sobretodo la prensa, no es exclusivo de Falcón. Gran cantidad de medios han sido comprados por empresas o personas desconocidas. Otros apenas se sostienen como sucede con El Carabobeño que da la pelea con dignidad y tratando de no perecer en el intento. La prensa libre se las ve fea en Venezuela ante una débil defensa por parte de periodistas y de ciudadanos. Cuando estos tiempos se superen, entenderemos que fuimos demasiado cobardes ante la arremetida contra los medios de comunicación, que permitimos que los arrinconaran, los golpearan, los censuraran, los silenciaran.

En esa modalidad se ha apostado el verdadero poder en Falcón. Es  por ello que un diputado de la Asamblea Nacional se permite amenazar con demandarme a mí y al Diario La Mañana por una entrevista que me realizó, o al periodista Félix Amaya y al canal Médano TV por una entrevista a un candidato de la oposición. En esa jugada aparece una querella en mi contra por un comisionado de la Gobernadora de Falcón, quien me demanda porque él considera que yo no debo decir, lo que es verdad, que existe una grabación donde él está pidiendo comisión a un contratista. Un juez provisional, como siempre ocurre en estos casos turbios, admitió la demanda en mi contra y luego desapareció del poder judicial. El mensaje que me pretenden enviar es: si a usted se le ocurre denunciarnos, nosotros la demandamos, porque la hegemonía del poder en este estado está en manos de una sola familia.

Señores, yo vine a Falcón, porque se me convirtió en un objetivo por la dignidad. No hay intenciones ocultas de mi parte, no estoy en campaña ni he pensado en postularme para ningún cargo. Soy y quiero seguir siendo periodista. Estoy apoyando a un grupo de falconianos que se activaron en Asamblea de Ciudadanos llamado Frente UNIDOS POR FALCÓN y que se ha propuesto pedir cuentas, reclamar el derecho a recibir información oficial, a que se respeten los derechos de los ciudadanos. Los invito a participar, a instalar un frente UPF en “Monseñor Iturriza” y en cada municipio de este estado, a acompañarnos en esta cruzada por la verdad, por la conquista de espacios que corresponden al ciudadano, sin distingos de color o credo. UNIDOS POR FALCON es solo para aquellos que consideren que vale la pena defender al estado Falcón. Sólo aquellos que amen a esta tierra tanto que sean capaces de deponer sus intereses personales o particulares en función del bien de los falconianos.

Y a mí también, como dijo Mario Benedetti, “Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. /…/  Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que sale del corazón. La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la Fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, la humildad, el arrepentimiento, y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE. Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí me doy por bien retribuido. /…/ Bienaventurados aquellos que ya consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar o el perder, el acierto y el error, el triunfo y la derrota”.

Finalmente, un mensaje a mis colegas periodistas que están aquí. Permítanme una crítica. Tenemos que rescatar de este oficio aquello que hizo grande al periodismo del siglo XX, el que liderizó, en los 70, el Watergate y que llevó a la renuncia del presidente Richard Nixon por haberle mentido al país, o a aquel periodismo que combatió el feroz silencio que Estados Unidos quiso imponerle al fracaso de ellos en la Guerra del Vietnam. El poder en Venezuela nos ha empujado para que los Colegios de Periodistas se queden como un club de opinadores de oficio, como espacios para pedir ayudas a los gobernantes de turno, puede ser que eso permita una beca, una ayuda, una casita o hasta un vehículo. No se confundan, no estoy  diciendo que no tenemos derecho a la supervivencia, pero no a costa del quizás más sagrado de los derechos de los hombres: la libertad. Cuando silenciamos o tergiversamos una información o cuando coqueteamos con el poder, estamos atentando contra ese sagrado derecho, porque estar informado es tener libertad para escoger, para decidir, para hacer.

El colmo es que la polarización terminó de volver trizas el orgullo de ser periodista, la solidaridad con el colega, verlo como al hermano a quien a veces censuramos o criticamos, pero sólo tras las cuatro paredes de nuestro hogar, a quien siempre estaremos dispuestos a defender en público así no tenga la razón. Permitimos, con nuestra inacción, que algunos mercenarios penetraran el sagrado espacio de esta profesión maravillosa y terrible, como la describió Oriana Fallaci. Y ellos han ido minando el derecho a estar informados. Esa pequeña mafia de “periodistas mercenarios” que se lucran de la sangre y de la miseria que brota de las heridas de los sectores opositores u oficialistas, han lesionado la dignidad del periodismo. Esos no son periodistas, no importa que tengan un título que así lo dice, no son periodistas, porque no puede ser periodista quien no cree, no predica y no ejerce con la verdad verdadera. ¿Que el periodista se equivoca? Por supuesto que sí, a veces resbalamos aparatosamente y nos levantamos con el dolor de haber errado y con la certeza que esos golpes nunca sanan. Ustedes pueden fácilmente identificar a esos mercenarios de la comunicación, porque dan muestras de opulencia, de codearse íntimamente con sus amigos del poder, de ser vistos con una sonrisa por aquellos que nos someten con el donaire de la inteligencia. Esos mercenarios nunca cambian, siempre se lisonjean con el poder, le sonríen, creen que lo seducen y no terminan más que siendo otras víctimas de quienes los seducen a ellos en un juego perverso.

Pero los que estamos en la acera de los buenos, los que dignificamos la profesión, los que amamos el periodismo con el reto que significa no ser bien vistos, casi nunca desde las altas esferas del poder sea político o económico, creemos en la vida, creemos en el amor, creemos en el respeto al otro, creemos en la verdad. Y gracias a Dios no somos pocos.

Dios bendiga al estado Falcón. Muchas gracias.

viernes, 6 de junio de 2014

Para aquellos despotrican de MUD.

Para aquellos despotrican de MUD.

 

Es facil criticar desde un escritorio, pero otra cosa es labrar el día a día y sentarse a dialogar con cultura y responsabilidad venezolanista, dando la cara y asumiendo la responsabilidad por los actos del pais.

miércoles, 23 de abril de 2014

VENEZUELA ESTA PREÑADA.




VENEZUELA ESTA PREÑADA.


 
Como toda mujer preñada, que dá a luz después de pasar una gestación en su vientre de nueve meses, se dá el día del alumbramiento y dicha para toda la familia, ver nacer una vida, con vigor y en busca del aire libre, con todos los derechos que da Dios Nuestro Señor. VENEZUELA ESTA PREÑADA, de una demasía de jovenes que darán, la pauta de LIBERTAD, PROSPERIDAD y DEMOCRACIA, hoy y siempre ha sido el gestionar de jovenes, quienes han tomada la iniciativa de corregir y remover los gobiernos antidemocráticos.

Para los Jovenes Luchadores, llegará ese día del alumbramiento, amanecerá el mañana del Vencer y la Gloria.

GLORIA AL BRAVO PUEBLO.
QUE VIVAN LOS ESTUDIANTES.

 Ing. Eugenio Enrique Obando A.
22 de Abril del 2014

miércoles, 19 de marzo de 2014

SITUACION ACTUAL DE VENEZUELA.

En CONTABILIDAD uno más uno es dos, pero en ECONOMIA uno más uno, no es dos. 

Traigo esto a colación con respecto al valor actual de dólar paralelo. Siempre presumí, que la famosa página web “Lechuga Verde”, era aupada y financiada por entes del oficialismo, con el objetivo de acumular bolívares y financiar las misiones, reparto de recursos y la debida “comisión” para operario del proyecto. Actualmente la operación es inversa, se crea un SICAD2, sin penalización y limitaciones, previamente habiendo negociado el gobierno con países extranjeros altos préstamos en dólares, y donde el poseedor de dólares, ante la presunción de una baja del precio, prefiere vender en alza a no quedarse con un dólar caro, el Gobierno, logra crear una matriz de opinión positiva circunstancial de fluidez de la moneda en nuestra economía.

La Economía de nuestro país, está como la gelatina, cualquier movimiento la mueve y frágil a fisuras por hechos o mensajes.

Ing. Eugenio E. Obando A.

viernes, 28 de febrero de 2014

Fraternidad Humana

"La Virtud y los límites en tu vida, el vivir la palabra y 

 creer en Dios Nuestro Señor, son los principios para 

 la fraternidad entre los seres humanos".

Ing. Eugenio Enrique Obando A.
Pto. Fijo 28 Febrero del 2014